sábado, 27 de febrero de 2016

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…Saecula Saeculorum

Cada día menos insólito o sorpresivo es, para quien suscribe estas líneas, mostrar (una vez más) su molestia e indignación, porque en el entorno casi nada es lo que debería  ser, y digo casi porque por fortuna habrá un mínimo de coherencia para saber dar valor a un Opus que ha sido edificado a base de uñas, dientes, oscuridad y mucho nihilismo y por supuesto quedan en evidencia, tal y como lo cita aquel ensayo histórico, aquellos practicantes de una de las profesiones más antiguas del mundo, vendidos, acorde a su impío confort a quienes les conviene (si, los hay hoy día a cualquier hora y en cualquier esquina), pero que como las paredes de Babilonia caerán por su propio peso. Que un magnum opus (dicho con total propiedad) de la música extrema suramericana, el cual ya tiene su lugar en la historia del continente, tenga varias reseñas o reviews foráneas (con todo respeto, me parecen normalitas y con lo justo, lo cual no hace ni un mínimo de justicia a un discazo como este) y en nuestras dependencias prácticamente no tenga ninguna es simplemente patético… que apoyo, que difusión, que “escena” (entiéndase el sarcasmo) decir la verdad no gusta, por eso debe decirse.

10 años de constancia contra todo y contra todos ha soportado Funebria luchando y portando su bandera en contra de tanta mediocridad circundante junto a varios de sus hermanos referentes, han logrado un resultado excelso simplemente porque han sido ellos mismos, al mismo paso del buen vino sus composiciones en todo sentido son el mejor ejemplo de lo que es tener tu idea bien arraigada sin dejarse embriagar por modismos borreguiles, y cuando haces ver fácil lo que es realmente difícil está más que claro que estás encaminado a seguir esparciendo tu ideal y cosechando una victoria tras otra. Una producción que te llena de odio y orgullo, así como Subconsciente? Con “Catharsis” cambió el rumbo de las cosas en 2.004, Funebria reescribe el sendero con su propio golpe de efecto, si se juega un poco con la numerología tenemos 10 años desde que aparecieron junto a 10 nuevos himnos de la bestia, lo que resulta en un “Dekatherion10 years of hate and pride” con un valor justo (10/10).

Cada detalle ha sido tratado con el rigor correspondiente, el arte cortesía de John Quevedo Jannsens bastante pensada, este nuevo material fue grabado en los estudios Big Fish y Grindsound Rec. (Blood Work, Odio, Trauma) y distribuido a través de Satanath Records (San Petesburgo, Rusia) y Darzamadicus Records (Kumanovo, Macedonia), un trabajo sumamente profesional línea por línea, desde el booklet hasta los temas en si, toda una declaración de intenciones de lo que significa avance en cuanto a calidad y detalles técnicos pero sin olvidar nunca la vena suramericana, que es la clave de todo esto, se admita o no. “Dekatherion…” es el nuevo escalón extremo en este infierno llamado sur, un estigma para los pares craneales.

Casi 43 minutos cargados de épica ira inician con una “Intro” que te hace pensar que te diriges con las manos encadenadas rumbo a tu juicio, ambientación lúgubre y ligera percusión de fondo, te preparas a ser despedazado en tu propio Gólgota por tus propios demonios, pero surgen 6 segundos de silencio, demasiado poco para el tormento (en el buen sentido de la palabra) que está por caerte…

Quomodo emersit de infernum

Consolamentum” da inicio a la sección más agobiante y rabiosa de este trabajo, los riffs que machaca Daemonae añadiendo terceras mayores y algún que otro disminuido da un carácter bastante profundo al tema además de un importante apoyo a Seth Aum Xul (invocador principal) en coros y ciertas secciones, una sociedad positiva e ideal a los intereses de cada blasfemia, que no pierde fuerza en ningún momento. Para dar aún más calidad al producto Ed Thorn (Blood Work, Verminous, Hellbents Rise) imprime su más que conocida marca, haciendo con la percusión únicamente lo que le viene en gana, cuando y como le convenga a cada pieza, importante y agradecido detalle es el no abuso de los blast beats, cuota valiosa de contribución a que cada tema tenga su propia marca, “Dekatherion…” puede ser calificado de muchas formas, menos de repetitivo o pusilánime. Se agita la llama del inframundo…

Serpent Sign” se desprende ligeramente de las bases habituales y constantes, frenética pero también con breves y constantes pausas, se fusionan también armonías con la clásica rítmica a una cuerda y lo mejor, comienza a vislumbrarse alguno de los solos de guitarra del disco y en este caso muy chapados a la antigua, sin florituras excesivas, directo a la vena, pesado y oscuro, como las huestes de Lilith y el Credo de Acheron.   

A continuación vienen los 4:15 más completos (en opinión personal) de la sección más airada del disco, “Whores of Babylon” resume hasta cierto punto lo que quiso plasmar la banda líricamente hablando en toda la travesía y así como el libro que lleva el mismo nombre en castellano, el tema de va dando un martillazo tras otro, la variedad en riffs se diversifica, aparece algún teclado al fondo (nada que implique una mácula a la brutalidad sonora) y para agradable deleite final, el solo más completo de toda la producción junto al incluido en “Divide & Conquer”, tema con absolutamente todos los ingredientes. Cosa totalmente distinta ocurre con “Nihilist Revelation”, mucho más directo al grano, pero igualmente tiene su cuota de elaboración, se encuentra en una especie de cruce entre lo feroz y básico de “I.N.R.I” (Sarcófago) y el valor agregado de “At the heart of Winter” (Immortal), punto importante para mención, los temas por muy “simples” que se vean en ciertas secciones están muy bien pensados y no son temas de relleno o “puestos por ahí” (pecado gravísimo que incluso muchos grandes referentes  mundiales cometen hoy día), es un trabajo con mucho valor agregado pieza tras pieza, y ninguna desmerece la otra.

A partir de “Divide & Conquer” entran en dinámica dos particularidades, la primera, a diferencia del método o esquema en que otras bandas del país han trabajado, Funebria hizo exactamente lo contrario, los temas más complejos  al final, fuese esto pensado o no, salió bastante bien dentro del contexto general del disco, y el segundo punto es que comienzan las secciones “solistas”, es decir, dejan un espacio para que cada instrumento manifieste su propia llama (como el bajo de Iblis en este caso) sin que el corte deje vacíos que lamentar después y evidenciando el buen funcionamiento del colectivo, y poner a toda una amalgama de pensamientos en conjunción para un propósito común no es tarea simple, tema bastante variopinto, aunque el teclado a partir del 2:48 resta algo de potencia, momento descafeinado para como viene el sonido, muy “Cradle of Filth post-Midian” aunque esto claro, queda a la subjetividad de cada quien, porque el arreglo no está ni mucho menos mal.       

Vista frontal del inlay y el disco

Aeon of Tyranny”, el preámbulo de lo nuevo de la bestia, el abreboca en la concepción de “Dekatherion…”aún cuando es más moderado y se deja respirar las cuerdas no olvidan por donde venían pues secciones aceleradas igualmente tiene, tema sumamente integral y completo y a efectos promocionales o de “previo” la mejor elección posible, porque resume todas las facetas que se ven en el disco, abrasividad, vértigo, armonías desaforadas y densas y voces apropiadas al culto del sur, por mucho que algunos quieran colocar la etiqueta (ya cansan la verdad) de que “tiene sonido europeo” y no es secreto para nadie que lo que muestras previamente va a marcar el rumbo de cómo será recibido el disco en sí, aún cuando quieras bien sea despistar momentáneamente al oyente o dejarle expectativa.  

La banda toma plus cuando suena “Azag (The Crown of Void)”, temazo por donde se mire, voces más rabiosas, batería que fluyen como pez en el agua, reaparece el solo de guitarra, quizá no tan destacado como los anteriores… ¿pero a quién le importa siendo un tema tan sólido? De lo más intenso que puede escucharse en esta producción, y la agonizante atmósfera que ponen de fondo junto a unos segundos de gritos y lamentos es la guinda del pastel… sublime.  

Con “Cult of Cosmic Destruction” cierra lo nuevo de la banda, el preferido de este servidor, la cúspide de lo fratricida, poco más de 6 minutos de auténtica épica que sumada a una invocación final al cabecilla de las hordas del mal (brillante y poderoso añadido) termina de abrir las esperadas puertas, a los eternos críticos este final les dejaría con su malas artes en el exilio y la boca bien cosida, mientras de a poco van cayendo en su propia ignominia. No hay baremo, esto es metal extremo y Seth, Daemonae, Iblis y Ed bien lo saben, para finalizar una reedición de “Tormento”, la cual ya aparecía en su álbum anterior, optimizada y enrabietada totalmente, es un tema algo más old school cantado meramente en castellano, tan claro como su interpretación en inglés, donde la pronunciación es pulida y correcta, como debe de ser. Único detalle a trabajar un poco más me parece es la mezcla de las baterías, un tanto “brillosas” por momentos, eso si, nada que requiera romperse el cráneo demasiado, sin dramatizar, pues producción perfecta no hay ninguna en el mundo, quien diga lo contrario no es sino víctima del fanatismo más estéril.


De izquierda a derecha: Iblis, Ed Thorn, Seth Aum Xul y Daemonae

Tristemente, así como esta reseña, al disco costará que se le de el peso que realmente tiene, idéntica pesadumbre a la bíblica de Moisés cuando bajó del Sinaí con las tablas para topar de bruces contra el espectáculo de adoración al becerro de oro. No existe remedio contra esa enfermedad llamada inmediatez, contra el “de boca en boca” ni aquel recurso propio de la chusma como lo es el “chisme” clásico de quien no guste de la lectura, máxime cuando tratamos de una banda de este país, terrible etiqueta que pesa como un muerto en las voluntades hasta el extremo de querer, por su indiferencia, borrar el esfuerzo de cada uno de nuestros exponentes de calidad, admirable por ser largo y prolijo, prolongando su lucha a pesar de cada piedra en el camino.

Dekatherion…” es un regalo de puro nihilismo y anti-cristianismo, de parte de los demonios internos con los que lidia nuestro lado humano, no me equivoqué cuando en su momento vaticiné un álbum para quedar satisfecho. En el aire la pregunta ¿es este disco superable por sus futuros opus? Si, pero… ¿tendrán el mismo valor? Rotundamente no, el impacto que tiene y tendrá este disco dado su largo trayecto cargado de espinas es inimitable. 500 copias no serán suficientes si Funebria esparce su peste como corresponde hacerlo. 

Tempus temporis, hic est domus acheron et porta infernum

Funebria está conformada por:

Seth Aum Xul: Voces principales (Invocador)
Daemonae: Guitarras y voces
Ed Thorn: Baterias
Iblis: Bajo


Contacto:

Nota: 10/10
Reseña realizada por: Carlos Terán
Feedback Rock & Metal Venezuela

3 comentarios:

  1. Como siempre el señor Teran, impecable y dedicado a lo suyo! Heils Funebria!!! Heils Southamerican Black Death Metal.

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  2. Bestialidad de Review, nunca me cansare de decirlo, nadie como Carlos percibe la calidad de un disco!

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  3. No espero menos al leer una review de este sr. Carlos, como siempre justo en el clavo.

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